¿Cuándo tendremos el nuevo Convenio para evitar la doble imposición con los EE.UU?
Hace unos días insertamos un “flash” en nuestra web informando de la firma de un protocolo entre las administraciones española y de los EE.UU que modificaba y mejoraba sustancialmente el Convenio para evitar la doble imposición (CDI) actualmente en vigor. Las modificaciones son de tal calado que no tenemos reparo en referirnos a un “nuevo” CDI a pesar de que técnicamente sobrevive el actual Convenio, cambiando el contenido de algunos artículos y suprimiendo otros.
En efecto, con el nuevo CDI será posible, bajo determinadas circunstancias, pagar dividendos, intereses y cánones desde España a EE.UU y viceversa sin retención fiscal en origen, o transmitir las participaciones en determinadas sociedades residentes en el otro Estado sin tributación en el mismo. Son, sin duda, estupendas noticias para el intercambio comercial y para las inversiones entre ambos países. Las empresas españolas podrán considerar proyectos de inversión en los EE.UU desde un plano de igualdad con respecto a sus competidores de otros estados que, hasta el momento, cuentan con CDI más favorables que resultan, a la postre, en una tributación más favorable y, en consecuencia, en una mayor rentabilidad de la inversión.
Hasta aquí todo son buenas noticias. Sin embargo, en un evento celebrado el pasado 1 de febrero en el Instituto de Estudios Fiscales para la presentación del nuevo CDI, con la participación del Embajador de los EE.UU en España, Alan D. Solomon, saltaron a la palestra dos preocupaciones de muy distinto calado. La primera, de índole técnico, es que el nuevo CDI incluye una “leonina” cláusula de limitación de beneficios que requerirá el análisis detallado por parte de expertos fiscales para concluir sobre quién puede y quién no puede beneficiarse de este nuevo CDI. La segunda, de carácter estrictamente político, es la preocupación de que este nuevo CDI con España pueda correr la misma suerte en el Senado americano que las modificaciones de los CDI de EE.UU con Suiza y Hungría respectivamente, los cuales están bloqueados por el senador Rand Paul. Sí, en los EE.UU un solo senador puede bloquear la ratificación y entrada en vigor de un tratado internacional.
En fin, crucemos los dedos y esperemos que para 2014 podamos disfrutar de este nuevo CDI que, siendo realistas, se nos antoja difícilmente mejorable.