Crowdfunding, la financiación colectiva a través de muchos inversores
El acceso a la financiación ha sido siempre, y mucho más en estos momentos, uno de los principales obstáculos con los que se encuentran los emprendedores para desarrollar sus iniciativas. Fuera de la tradicional financiación bancaria, está surgiendo, principalmente en los mercados anglosajones, una alternativa que es conocida como crowdfunding, o “financiación en masa”.
Como su nombre indica, se trata de obtener importes individualmente reducidos de un universo grande de pequeños inversores, no siendo el importe total de la financiación excesivo, aunque cada día se ven cantidades más importantes.
Inicialmente, esta forma de captación de fondos tuvo como objetivo obtener la financiación necesaria para proyectos tales como la edición y publicación de obras literarias, audiovisuales o proyectos relacionados con la moda. Son diferentes las formas de financiarse a través del crowdfunding, desde la donación de pequeñas cantidades por las que el donante recibe una copia del artículo final o condiciones especiales para su compra, la formalización de un préstamo, estructuras que suponen la participación del inversor en los beneficios del proyecto financiado o la suscripción o compra de parte del capital social, entre otras.
A medida que se ha ido popularizando el crowdfunding, han ido surgiendo incluso plataformas que ponen en contacto a empresas y a potenciales inversores facilitando a estos últimos el conocimiento de todo tipo de proyectos empresariales en los que poder invertir.
La necesidad de regular el crowdfunding está actualmente en discusión en muchos lugares. España, como muchos otros países, no tiene regulación específica sobre el crowdfunding, a diferencia de por ejemplo Estados Unidos, que en abril de 2012 aprobó la JOBS Act, cuya finalidad es estimular la inversión en pequeñas y medianas empresas a través de la flexibilización de las leyes aplicables a las ofertas públicas de valores y que generó grandes expectativas en el mundo del crowdfunding, que se han desinflado algo por el considerable retraso en la publicación del correspondiente desarrollo por la SEC (Securities and Exchange Comission).
En España debe tenerse especial cuidado en respetar, entre otras, las normas que reservan determinadas actividades (captación de fondos reembolsables del público, colocación de valores) a las entidades financieras y aquellas normas de protección de inversores (emisiones y ofertas públicas de venta de valores, información…). La actividad, dependiendo de cómo se instrumente, puede estar sujeta a la supervisión de entidades como Banco de España o CNMV y el incumplimiento de las normas reguladoras puede dar lugar a la imposición de severas sanciones. Desde el punto de vista de los inversores, los mismos deben ser conscientes de los riesgos que asumen y de la falta de protección que estas actividades pueden tener.